Esta vez hablamos con Alba Santor, actriz conquense de 24 años,  para  conocer un poquito más los entresijos del mundo de la interpretación, porque a pesar de ser una profesión continuamente expuesta su esencia, es realmente desconocida, porque en nuestras pantallas solo vemos un 10% de lo que todo ello conlleva.

Seguro que alguna vez después de ver una escena os habéis preguntado ¿y cómo se la habrán preparado? ¿qué pasa cuando los focos se apagan? ¿y quién la ha escrito? A lo mejor no tenemos esas respuestas pero otras muchas las podréis encontrar en esta entrevista, más fácil no os lo podemos poner.

Antes de nada permitidme que esta entrevista destaque por su naturalidad y  cercanía pues con Alba es difícil obtener otra cosa,  justo por eso es por lo que siempre le agradecemos  que nos dedique parte de su tiempo y sus ideas.

Es por esa espontaneidad que la entrevista no empieza como otras lo harían ya que no tuvo un guión pactado,  fue como esas conversaciones que tienes con tu amiga de un sábado por la tarde en un banco cualquiera, así que os invitamos a que os sentéis con nosotras.

El tema, de esta conversación, era básicamente el papel de una mujer actriz dentro de todo este mundillo de focos, cámaras, y acción.

PREGUNTA: ¿Tienes algún protocolo antes de empezar a trabajar con alguien?

RESPUESTA: Sí, cuando un fotógrafo me pide trabajar con él lo primero que hago es irme a su página de Instagram y miro el material que tiene a ver si me gusta, también estoy atenta  a que  en sus fotos etiquete a las modelos y en caso de que lo haga intento hablar con ellas. Si no las tiene etiquetadas directamente lo descarto porque no tengo referencias de cómo trata a las chicas.

Tampoco acepto trabajos de gente que simplemente quiera hacer fotos, suena un poco elitista pero es que si yo ya tengo una calidad en mis fotos no voy a ir hacia atrás, tienen que ser un proyecto, aunque no sea remunerado pero que esté basado en un idea específica, que tenga un mensaje, una intención con lo que están haciendo, porque eso es lo interesante.

P: ¿Alguna vez has sentido un trato acosador por parte de un fotógrafo?

R: Sí, hace nada además, me pasó que en noviembre o así, me habló un fotógrafo,  y le pregunto quién es y me dice que es un fotógrafo que va a hacer un curso de boidoir (fotografías en ropa interior) y que le gustaría que fuera la modelo y que sería remunerado, le dije lo que yo cobraba y me dijo que para eso pillaba una modelo de Madrid le dije que yo estaba viviendo en Madrid y entonces ahí se quedó la cosa.

No me gustó nada porque le pregunté de dónde había sacado mi número de móvil  y me dice que se lo había dado yo, cosa que es mentira porque yo nunca doy mi número a gente que no conozco y a él no le conocía de nada, o sea, me mintió en la cara porque lo sacó de mi Instagram de mi perfil de empresa que antes me obligaba a poner mi número de teléfono.

Y hace un mes me vuelve a hablar al móvil, que yo lo bloqueé de todos las demás redes sociales pero en WhatsApp como borré la conversación y tampoco tenía su número guardado pues no pude, y ya cuando consigo encontrar más información sobre este señor descubro que lleva unos meses en el panorama de la fotografía y que es un verde, porque una fotógrafa de Madrid que conozco me dijo que hizo de modelo para él para un catálogo de ropa de invierno y que le soltaba groserías y comentarios totalmente innecesarios, del tipo preguntarle si un conjunto de ropa le parecía bien y el hombre decirle  “a mi si me vienes con eso y te lo la arrancaba”.

P: ¿Crees que en mundo del la interpretación/arte dramático las mujeres estáis muy sexualizadas?

R: Sí, muchísimo, y eso es algo que a mí me da mucho miedo, por qué tengo yo la necesidad de estar mostrando mi cuerpo y tener que estar perfectísima para luego estar saliendo al lado de ‘un carca’, un señor que está muy lejos de cumplir los requisitos de un físico saludable.

En el cine español se nota muchísimo cuando el director es un hombre porque las escenas de sexo transmiten mucha testosterona,  lo que voy a decir a lo mejor es un poco hembrista pero la última película  española que yo he visto es el Fotógrafo de Mathausen dirigida por una mujer, y  hay una escena en la que tienen sexo y es que es tratada con un buen gusto y una delicadeza,  no se le ve ni un centímetro de piel, ni siquiera se le ve un pecho  y si esa escena hubiera sido rodada por un hombre estoy segura de que eso no hubiera sido así.

También ocurre en las fotos, porque muchas veces hay fotógrafos cuyo trabajo es muy sexual, no sensual, que no es lo mismo y hay que saber diferenciarlo, porque yo he hecho sesiones de desnudos, no me avergüenzo de mi cuerpo, pero hay fotos en las que no se busca la belleza del cuerpo de una mujer sino que se le sexualiza, y bastante sexualizada estoy ya como para encima favorecer ese tipo de comportamientos en las fotos.

P: ¿Es posible que a las mujeres les pueda costar más las escenas de sexo dada esa sexualización?

R: A mí personalmente me cuestan  por una serie de cuestiones mentales y ciertas vivencias que he experimentado a lo largo de mi vida que no favorecen a que yo me sienta cómoda en esos entornos o situaciones, pero también tengo compañeras que no tienen ningún problema

Si te fijas en las escenas de sexo la atención se suele centrar en la mujer, en sus movimientos, en sus caras, en su cuerpo, y el hombre queda relegado a un segundo plano.

P: ¿En el tema de los guiones también hay una influencia el género?

R: Es muy difícil encontrar un papel femenino con profundidad, porque la gran mayoría de directores y guionistas son hombres  y no saben porque  legalmente somos iguales pero biológicamente no lo somos, ambos somos válidos pero es innegable que somos distintos por lo tanto es muy difícil que un hombre pueda meterse en la mente de una mujer para escribirle un papel profundo y viceversa. Por eso lo lógico y lo normal es que haya un reparto equitativo entre hombres y mujeres  en los equipos técnicos sobre todo de guión

A mí por ejemplo cuando grabé mi nuevo videobook una empresa que se dedica a esto me escribieron un monólogo que era de comedia y a mí no me gustó nada porque era muy grosero porque el argumento era que una choni, o alguien que se notaba que no tenía muchos estudios,  se quería follar a uno que estaba muy bueno pero cuando iba a ello se da cuenta de que le viene la regla, intenta lavarse la zona con agua fría con el mito este de que se te corta, total, que cuando termina de hacerlo se da cuenta de que está sangrando y él tío se lo hecha en cara, y ella pues se muere de vergüenza.

Eso me parece  que es sexista, de mal gusto, y que es demonizar todavía más de lo que está la regla. Y eso solo va a llegar a una parte de la población porque solamente una mujer puede saber la vergüenza que siente lamentablemente cuando te viene la regla, cuando es algo completamente normal porque es algo que tú no controlas.

Al final cambié el monólogo entero porque no estaba de acuerdo ni cómoda con lo que decía, bueno no entero porque la base era la misma pero cambié que la chica fuera choni porque parece que una chica solo hace gracia cuando es barriobajera, mira la Lore y la Macu o también hace de tonta, como Patricia Conde en Sé Lo Qué Hicisteis que hacía de rubia tontita.

También cambié una frase que mi personaje decía “cómo no voy a irme a su casa con lo bueno que está” y esa sexualización de las personas y la superficialidad que se nos atribuye yo la odio, porque a mí, a Alba Santor, siempre me han tachado de superficial y de alguien muy plano solo por mi aspecto sin ni siquiera conocerme , así que lo último que me apetecía era dar todavía más esa imagen así que esa frase la cambié por “cómo no voy a irme su casa con esos aires de intelectual que me lleva y con lo que me gusta a mí follarme un buen cerebro”.

También no es que me viniera la regla sino que me acababa de comer un durum y ya sabes come durum caga blandum, pero igualmente yo quería tema con el muchacho, así que iba al baño pero eso no salía, total que al final de la emoción me cago en la cama del chico, y lo bueno de todo esto es que realmente es algo gracioso, y que además es algo que le daría vergüenza a cualquier persona y de la otra manera solo te daría vergüenza si eres mujer.

Y  les dejé claro que no me había gustado nada porque demoniza al regla y excluye a toda la parte masculina, y es más, cuando estábamos grabando en el videobook ese monólogo, el de sonido se estaba partiendo y al terminar de rodar preguntó quién lo había hecho.

Esto lo cuento para demostrar que es muy difícil que un hombre escriba para una mujer, esto lo escribió un hombre, es mejor que haya una equidad y se den los dos puntos de vista tanto como cuando un hombre escribe para una mujer o cuando una mujer escribe para un hombre.

Y tras conocer toda la historia del famoso monólogo ¡cómo no verlo!, lo tenéis disponible en su canal de youtube junto a otros muchos vídeos suyos.

¡Espera! Que esto no acaba aquí, estas preguntas son solo una parte de nuestra conversación, aquí puedes escuchar todas las anécdotas al completo con sus risas y sus tonterías correspondientes, como debe ser: